Las implicaciones de la falta de comunicación

Uno de los principales problemas que existen en las empresas familiares es la comunicación. La comunicación es un arma de doble filo porque cuando arrancas una empresa familiar o se arranca una empresa familiar, la comunicación juega un papel determinante para trabajar con tu familia porque se supone que es con los que más cercanos estas y donde la comunicación fluye mucho más. Pero cuando la empresa entra a tomar un papel preponderante en la familia, la comunicación se empieza a cortar porque la empresa empieza a abarcar todos los escenarios y la comunicación entre miembros familiares empieza a escasear y se empieza a enfocar única y exclusivamente a lo que tiene que ver con la empresa. A nivel de familia, los principales problemas que encontramos en términos de comunicación se basan en que no existe un dialogo con relación a la vida personal de la persona: si a sus hijos les está yendo bien la universidad o no; si están siendo felices en sus relaciones personales, emocionales o no; sino todo se centra en “como te está yendo en el trabajo” o “como nos está yendo en el negocio” y se empieza a perder la familiaridad. La comunicación se vuelve empresarial y no familiar y ni siquiera personal. A nivel de empresa pasa exactamente lo mismo; nosotros vemos que la comunicación desarrolla a un equipo de trabajo de una forma exitosa y hace que la química fluya mucho mejor. Pero cuando la comunicación empieza a tener problemas, cuando no es asertiva, cuando finalmente decimos algo, pero no lo estamos pensando o decimos que vamos a hacer algo, pero efectivamente estamos pensando en a hacer algo diferente (justo por el tema de las agendas ocultas) entonces la comunicación se vuelve algo peligroso. Finalmente, no genera transparencia, no genera honestidad, no genera claridad en la forma de actuar y la empresa empieza a complicar la vida, no solamente de los familiares de la organización sino en general de toda la organización.